22 junio 2021

Princess of the Dawn: cuando menos es más


Al igual que las demás bandas alemanas de la década de 1970 alejadas del krautrock, Accept tuvo que pasar por un camino lodoso antes de entrar a la carretera pavimentada. Después de tres producciones, su primer gran disco fue Restless and Wild de 1982, que nos dejó buenas joyas del heavy metal tradicional como por ejemplo «Fast as a Shark» y «Restless and Wild». Pero dentro de esas diez pistas que lo componen hay una que siempre admiré por lo sencilla que era: «Princess of the Dawn». 

Posee uno de los riffs de guitarra más efectivos y simples escritos por la banda, y una letra que nos puede trasladar al mundo de El Señor de los Anillos o de cualquier libro de fantasía épica. La batería y el bajo hacen un excelente acompañamiento y la voz de Udo Dirkschneider, a diferencia de las otras canciones, es suave y calmada. Pero lo que más rescato es el correcto trabajo en las guitarras por parte de Wolf Hoffmann, quien grabó todas incluso esa guitarra española que aparece de la nada por ahí. Casi al borde de una composición de música clásica, Hoffmann se luce en la parte intermedia de la canción. Conocidos mayormente como uno de los precursores del speed metal, Accept en esta ocasión se relaja y ejemplifica el concepto de menos es más. 

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